Halit era un chico muy fuerte. Podía levantar un taburete del suelo con una sola mano.
Nadie podía vencerle luchando. Solía hacer peleas con su amigo Nurettin.
Un día, Nurettin y Halit se enzarzaron en una pelea. Nurettin perdió como de costumbre, pero
esta vez se puso tan furioso que entró en el aula y comenzó a garabatear en los libros de Halit.
Cuando Halit vio lo que su amigo había hecho con sus libros, sintió tanta rabia que le dio un
puñetazo en la nariz.
Ésta comenzó a sangrar y a manchar la ropa de Nurettin y el suelo de la clase.
Sus compañeros se sintieron muy mal al ver aquella escena. El profesor regañó a Halit y le
recordó el siguiente hadiz de nuestro amado Profeta:
“No es fuerte el que derriba a otro en una pelea, es fuerte el que controla su ira.”
¡QUE CUENTO TAN BONITO¡.
ResponderEliminarGRACIAS!!!
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